18.10.11

El mundo y sus demonios

Escritor: Carl Sagan
Año: 1995
País: USA
Género: No-literario

Frase inicial:
“Era un día de tormenta en el otoño de 1939. Afuera, en las calles alrededor del edificio de apartamentos, las hojas caían y formaban pequeños remolinos, cada una con vida propia.”


Llibro de divulgación científica escrito para el público en general —aunque algunos temas, muy pocos, requerirán de cierto nivel académico—. La obra se enfoca principalmente en señalar el daño que le produce al mundo y a la sociedad el que la gente no posea educación, escepticismo y capacidad de asombro; tal daño es producido por lo que él llama los demonios del mundo y no repara en mostrarlos con gran detalle, demasiado en algunos casos.

Desde el primer capítulo Sagan separa ciencia de pseudociencia, tocando un tema delicado al colocar al psicoanálisis en el mismo nivel de la alquimia o la astrología y con ello arrastra a Freud, Fromm, Sartre, Lacan, entre otros, al terreno de la pseudociencia. Esta segmentación tajante nos hace ser cuidadosos en el resto de la lectura.

En los últimos capítulos el tono se va suavizando pues reconoce que la aplicación de la ciencia misma no es una garantía, toda la puesta en práctica, la tecnología, es en sí misma un experimento del que no sabemos que demonios vaya a desencadenar. Establecer mecanismos de corrección de errores es un imperativo en todos los casos. La apuesta es por la educación, el fomento del escepticismo, la investigación y la apertura consciente.

10.10.11

El poder y el valor

Escritor: Luis Villoro
Año: 1997
País: México
Género: Ensayo

Frase inicial:
“En una primera aproximación, podemos entender por ‘valor’ las características por las que un objeto o situación es término de una actitud favorable.”


Antes de entrar al tema de la ética política, Villoro explica ampliamente el concepto de valor. Primero, como lo dice en su frase inicial, el valor motiva una actitud hacia aquello que lo produce. Luego, la actitud la analiza respecto a la creencia y al afecto.

Una vez aclarado el lector sobre qué se está hablando, introduce otro concepto: los juicios de valor. Y nos dice, no es lo mismo un juicio por el que una persona considera algo deseable, que un juicio por lo que se dice que algo es deseable aunque un sujeto no sienta el más mínimo deseo por ello. Aquí ya se entra en el terreno de los fines (personales y comunes).

Ante lo común ya se puede hablar de política y ante la política ya se puede hablar de poder. Poder y valor son dos discursos que se oponen y se requieren mutuamente. Tal es el tema que está en juego en el texto de Villoro.

¿Qué son los valores?

Escritor: Risieri Frondizi
Año: 1958
País: Argentina
Género: Ensayo

Frase inicial:
“Los valores constituyen un tema nuevo en la filosofía: la disciplina que los estudia —la axología— ensaya sus primeros pasos en la segunda mitad del siglo XIX.”


Hablar de los propios valores no es un tema fácil para algunos pues se ven perdidos ante el cuestionamiento que toca lo más intimo del ser: los afectos.

Frondizi nos lleva de la mano a conocer las opiniones de algunos filósofos sobre este tema que parte de que no hay mejores ni peores valores pues ellos no corresponden al terreno de lo cognoscitivo, como se aplica al ser (pues emergen de él), los valores sencillamente son. ¿Qué pueden decirnos al respecto Russell o Scheler? Mucho.

Aquí una cita esclarecedora sobre los valores: “El grado que nos produce un vaso de buen vino, la lectura de un poema, un preludio de Chopin, es algo personal, íntimo, privado y, con frecuencia, inefable”. Explicar algo que estimula las sensaciones es renunciar al goce estético. Describir es coartar el progreso de la experiencia. Pero, aquí el gran pero, si todo lo dejamos en el terreno de lo subjetivo, ¿qué sería de la Ética y de la Estética?. Mi respuesta es: el ser humano busca el compartir porque el valor último que busca, aún sin pensarlo, es el amor.

5.10.11

Leviatán

Escritor: Thomas Hobbes
Año: 1660
País: Reino Unido
Género: Ensayo

Frase inicial:
“La Naturaleza (el arte con que Dios ha hecho y gobierna el mundo) está imitada de tal modo, como en otras muchas cosas, por el arte del hombre, que éste puede crear un animal artificial.”


De filosofía política, Hobbes nos retrata al hombre y al Estado siguiendo los mismos principios de la física, esto es, como si fuera todo una máquina a la cual se le pueden ver sus partes y así todo pensamiento del hombre tiene su origen en las sensaciones (digamos que la máquina el sistema empieza a funcionar a través de las entradas que recibe).

Para Hobbes la felicidad es un proceso continuo de desear, obtener lo deseado y asegurarse de tenerlo para su futuro que sólo cesa con la muerte. Esta simple condición humana hace que el hombre propenda a la guerra: del deseo de poder (para asegurar su bienestar futuro), de la desconfianza hacia el otro (que también quiere su cuota de felicidad). Para evitar la guerra de todos contra todos, el hombre cede su derecho de gobernarse así mismo al Estado al cual obedecerá a cambio de protección y seguridad.

El punto fino, digamos, es la ley natural: ningún hombre puede atentar contra sí mismo. De modo que está en libertad de desobedecer si su vida está de por medio. Aquí cabe la reflexión sobre la tortura, los soldados, la falta de protección que debe dar el Estado...

Nueva Atlántida

Escritor: Francis Bacon
Año: 1626
País: Reino Unido
Género: Novela

Frase inicial:
“Zarpamos de Perú —en donde habíamos permanecido por espacio de todo un año— hacia China y Japón, por el Mar del Sur, llevando con nosotros vitualla para doce meses; y tuvimos buenos vientos del este, aunque suaves y débiles, durante cinco meses y aún más.”


Utopía que retrata a la sociedad “perfecta” gobernada por los conocedores de las ciencias. Como buen escrito del siglo XVII menciona al Dios católico-cristiano como el único posible entre la gente de bien, como garantía entre extraños (mientras se adore al mismo Dios la paz es posible) pues Viejo y Nuevo Testamentos al parecer han sido escritos para todos.

En una isla desconocida para los navegantes se encuentra la Nueva Atlántida y de ella nos describe el autor maravillas, un paraíso para cualquier científico de aquella época donde todos los recursos están para la investigación y todos los resultados de ella para beneficio del pueblo... toda una utopía.

4.10.11

El loco (parágrafo 125)

Escritor: Friedrich Nietzsche
Año: 1882
País: Alemania
Género: Ensayo

Frase inicial:
“¿No habéis oído hablar de ese loco que encendió un farol en pleno día y corrió al mercado gritando sin cesar: «¡Busco a Dios!, ¡Busco a Dios!»?.”

Antes de cualquier cosa quisiera saber qué Dios hemos (han... no sé) matado. No es un dios con “d” minúscula, es un Dios con “D” mayúscula; estamos hablando, entonces de algo importante. Es acaso el Dios de una religión en particular o el Dios fuera de toda religión; es acaso el Dios al que la humanidad se aferra para evitar el sentimiento de orfandad o es acaso la verdad cartesiana a partir de la cual han edificado todo su sistema de creencias, ¿quién querría verse desprovisto de un lugar seguro? ¿Quién querría deshacerse de la respuesta a todo cuanto no se sabe?...un loco.

Un texto breve que propicia una reflexión profunda.

1.10.11

Meditaciones metafísicas (I-III)

Escritor: René Descartes
Año: 1641
País: Francia
Género: Ensayo

Frase inicial:
“Hace algún tiempo que vengo observando que desde mis primeros años he recibido por verdaderas muchas opiniones falsas que no pueden servir de fundamento sino a lo dudoso e incierto, porque sobre el error no puede levantarse el edificio de la verdad.”

En las Meditaciones metafísicas, Descartes se usa así mismo para representar al hombre, imagen más realzada, me parece, que el concepto que tiene de su sociedad. Descartes, nos dice, no ha de olvidar que ante todo es un hombre y estas meditaciones son pues su concepción de éste.

El hombre, dice Descartes, puede dudar de todo pero nunca de sí mismo; puede dudar de su cuerpo, de las sensaciones que éste le comunica e incluso puede dudar de que él es ese cuerpo que mira; puede plantearse incluso que la vida sea un sueño: “¿será un sueño la vida?”, como ya había escrito Calderón de la Barca; puede suponer que todo cuanto percibe no es más que obra de un genio maligno (una especie de Dios), pero jamás puede el hombre dudar de sí pues, ¿qué hay mas firme y seguro que el propio ser?