30.10.22

Tokio Blues


Escritor: Haruki Murakami 
Año: 1987 
País: Japón 
Género: Novela 

Frase inicial: 
"Yo entonces tenía treinta y siete años y me encontraba a bordo de un Boeing 347." 

Esta novela ha resultado demasiado personal, así que no sé como abordar este post. Empecemos por lo más superficial como para ir calentando.

Tokio Blues tiene uno de los inicios más extraños que haya leído. Comienza con el recuerdo de cuando recordó algo que vivió en su juventud. Doble salto, digamos. El disparador, una canción de los Beatles: Norwegian Wood (título original de la novela).

¿Qué dice la letra de esa canción? "I once had a girl / Or should I say she once had me…" Ese es el tema principal, la chica Naoko de la que se enamoró el narrador (Watanabe) y que supo que nunca ella se había enamorado de él.

Así que la historia cuenta una época (alrededor de 1969) en la que apareció y desapareció Naoko. Pero dice algo más. Habla de la vida de un estudiante, de la compañía en la residencia, el despertar del amor y la diferencia con las experiencias sexuales así como de su yuxtaposición. Habla del suicidio, de la enfermedad mental, de la muerte. Pero también aparecen Midori y Reiko y es con ellas que Watanabe transita hacia otra forma de experimentar el amor.

No sé qué fue lo que exactamente me hizo llorar cuando acabé la novela. Hasta antes del capítulo 7, iba leyendo poco a poco. Me gustaba, pero no sentía que apelara a ninguna parte de mí.

Compré la novela en marzo del 2022 porque llevaba tiempo que quería leerla aunque algo me decía que no me iba a gustar. La empecé a leer hasta octubre porque en la novela que estoy escribiendo sentí que uno de mis personajes la tenía en su buró y no la podía leer. Me pregunté, ¿qué hay en ella que me detiene? Ni siquiera había leído una reseña. Además, ya había leído a Murakami y me gusta cómo escribe. ¿Qué era, pues? Para averiguarlo debía leerla, así fue como la comencé en agosto.

Leía tan poco y tan lento que terminé hasta finales de octubre, justamente el 25 de octubre, el día del eclipse de sol. Ese día fue que lloré, algo me dolía mucho.

Cuando yo tenía treinta y siete años, lo estaba pasando muy mal. Pero no creo que fuera eso. Cuando tenía diecinueve, como Watanabe cuando conoció a Naoko, Midori y Reiko, yo cursaba el primer año de ingeniería, estaba tratando de comenzar mi vida, no la vida en general sino la mía. Pero tampoco fue eso.

Para el 15 de octubre estaba dispuesta a dejar a un lado el libro, por más que lo miraba al pasar y éste me decía, "léeme". El 16 tuve una sincronicidad que le llaman, es decir, un evento fortuito aparentemente desconectado del curso de mi experiencia que conectó como un rayo, directa e inequívocamente. Recibí un tweet que decía que RM (de BTS, una grupo que sigo desde este año por mil y un razones, entre ellas la inteligencia de RM) estaba volviendo a leer Tokio Blues. En su Instagram (de RM) estaba la foto de la página en la que estaba, el capítulo 7 en el que me encontraba yo, el mismo capítulo. Supe en dónde encontrar la línea que él (en su ejemplar en coreano) había subrayado, ¿cómo era posible esto? No sé. Supuse que el mensaje era que siguiera leyendo, así que lo hice. Y entonces llegué al capítulo final y la novela adquirió otro tono, mucho más profundo y personal, me parece. Eso estremecimiento que experimentaba Watanabe parecía que describía el mío, luego comencé a leer desde otro lugar, no el de la historia de Watanabe sino mi propia historia y el libro me entregó mi propia reflexión sobre la muerte, la edad, el amor; me dio algunos consejos y pintó la visión de mí misma de mi deseo. Creo que por eso lloré.