18.4.21

Yo, la peor


Escritor: Mónica Lavín 
País: México 
Año:2017 
Género: Novela 

Frase inicial: 
"Santa Paula, patrona de las viudas, eremita que abandonaste los privilegios de tu cuna, lujos de tu casa, los saraos y las conversaciones con los hombres y las mujeres del mundo para dedicarte a Dios y al santo Jerónimo que había sido tu maestro y había reconocido tus virtudes en Roma, cuando el papa Dámaso lo había invitado."

Esta novela gira en torno a la biografía de Sor Juana Inés De la Cruz, a sus tiempos que eran los tiempos de los esclavos, de los negros, de los indios en un mundo donde el hombre español no sólo gobernaba lo que tomó por la fuerza sino que también daba sentido a las vidas de las mujeres.

La novela pone los ojos en varios personajes alrededor de los cuales aparece Sor Juana, de modo que a ella la vemos de reojo y nos quedamos con ganas de adentrarnos en ella aunque sea como personaje ficticio. Así que no esperemos adentrarnos en Sor Juana y mucho menos esperemos comprender su obra. Lo que podemos esperar y agradecer es el acercamiento al ambiente de la época que le tocó vivir retocado con pinceladas de su desenvolvimiento como estudiosa y escritora, así como pizcas de sus palabras.

La novela está en una primera edición que tiene algunas fallas de estilo y de redacción que particularmente incomodaron mi lectura. Esperemos que las siguientes ediciones (sí, ojalá haya otras ediciones) sean más cuidadas.

Con todo lo dicho, siendo sincera, disfruté la novela, disfruté las imágenes que me permitió construir y me quedé con ganas de más. Comparados con la novela, los textos de Sor Juana lucen duros, fríos, solitarios. Me pregunto si el contraste no apaga a la mujer y nos deja ver sólo una "máquina" obsesionada con la métrica y el sentido. Mi pregunta para Mónica Lavín es, ¿qué hay de la mujer?

Lavín, logra algo interesante, la necesidad de recurrir a Octavio Paz para colmar la necesidad de saber más, de entender más. El título del libro, para quien no conoce la historia, queda en suspenso hasta el final, así como hasta el final en Las trampas de la fe de Paz, donde sabemos de dónde viene ese "Yo, la Peor". Pero Levín no estimula la pregunta, queda el final a la comprensión del lector, a su propia constitución interior. Claro, Levín ha hecho una novela entretenida, no podemos pedirle la reflexión del ensayo de Octavio Paz.

¿Podemos nosotros reflexionar con lo que ofrece Levín? De la época sí, de Sor Juana, no.