30.6.22

Cartucho


Escritor Nellie Campobello 
Género: Novela 
País: México 
Año: 1931 

Frase inicial: 
"Cartucho no dijo su nombre. No sabía coser ni pegar botones. Un día llevaron sus camisas para la casa."

Se trata de una serie de relatos breves entrelazados, el estilo de novela por viñetas. La revolución vista desde lo ojos de una niña logra plasmar los horrores de la guerra con ojos desprovistos de la consciencia de la gravedad de la muerte. Fusilados al por mayor, uno tras otro y en grupos de hasta centenas, es fácil que uno, como lector, se insensibilice.

A mí me causó a momentos nostalgia porque recordaba lo que me contaban mis abuelos, que siendo niños se quedaron sin padres y experimentaron el hambre y la escasez.

25.6.22

La Policía de la Memoria


Escritor: Yoko Ogawa 
País: Japón 
Género: Novela 
Año: 1994 

Frase inicial: 
"En ocasiones, vuelvo a preguntarme qué fue lo que desapareció de nuestra isla en primer lugar". 

Se trata de una novela rara, porque así se me figuran todas las distopías que cursan sobre una base de lo fantástico. Yo no diría que es una novela para entretenerse, porque si lo fuera, la novela me parecería aburrida, inconsistente y la calificaría mal. En cambio, si pienso que es una novela que quiere decir algo más, algo que no queremos ver que está sostenido por una estructura de la que nadie puede "cartografiar", entonces me emociona y me deja pensando, reconfigurando toda la lectura, leyéndola desde otro lado.

Yo invitaría a leerla como una pieza de arte, entendiendo al arte como una forma de resistencia a la voluntad de poder.

8.6.22

Mientras agonizo


Escritor: William Faulkner 
País: Estados Unidos 
Género: Novela 
Año: 1930 

Frase inicial: 
“Jewel y yo salimos del algodonal, por el sendero, uno detrás del otro. Aunque voy a quince pies delante de él, cualquiera que nos observara desde el cobertizo del algodón podría ver el sombrero de paja de Jewel, roto y raído, sobresaliendo por encima de mí.” 

Esta es una novela difícil de seguir porque usa muchas voces, seis de las cuales provienen de los miembros de una familia blanca, ignorante y pobre. Sin embargo no deja de tener tintes poéticos, no deja de ser atractiva a la vez que incómoda porque nada reconfortante hay en ella. Me asombra que yo haya querido seguir leyéndola, supongo se debe al arte de Faulkner.

Dicen que usa la técnica del stream consciousness (flujo de conciencia). Recuerdo haber leído a Virginia Wolf, Al faro, y me pareció que la técnica está mejor lograda en ella, es decir, realmente se percibe como fluyen los pensamientos entre las escenas. Con Faulkner percibo un estilo peculiar que no encuentro cómo llamarlo, cómo describirlo. A veces me parece que habla él (Faulkner); a veces el personaje usa una consciencia presente (inmersa en la experiencia), otras una reflexiva; otras veces hay diálogos y narraciones escritas de manera ordinaria. Con todo la historia es entregada de manera efectiva a parte de sumergirnos en la prisión de la locura tejida por la ignorancia, la religión y la necesidad.

Escribe Faulkner:

“Pero tampoco acabo de ver claro el que nadie se arrogue el derecho a determinar quién está y quién deja de estar loco. Viene a ser como si en cada hombre hubiera una personalidad más allá de la razón y de la locura, una personalidad que contemplase sus acciones sensatas y las insensatas con el mismo horror y la misma sorpresa.”

El título me deja pensando, porque creía que iría toda la historia mientras la madre moría, pero no. La madre muere y sigue la historia… entonces es una historia de agonía humana.

El barón rampante


Escritor: Italo Calvino 
País: Italia 
Género: Novela 
Año: 1957 

Frase inicial: 
“Fue el 15 de junio de 1767 cuando Cósimo Piovasco de Rondó, mi hermano, se sentó por última vez entre nosotros. Lo recuerdo como si fuera hoy.” 

Esta es la primer novela que voy a dar por terminarla sin haber acabado de leerla (he llegado hasta el capítulo XIII). No es que esté mal escrita o que sea difícil la lectura, es que simplemente el tema no me apela en ningún sentido, no encuentro como darle sentido desde mi propio mundo. Así que he aceptado que no todos los libros tienen que gustarme o decirme algo o al menos resultarme interesantes. Es como cuando alguien que no conoces te cae mal y sabes que no tienes ninguna base para tal malestar ni tampoco el ánimo para conocerle mejor. Quizá en otro tiempo pueda leerlo, si se me vuelve a atravesar. No sé.

Y a ver… antes de parar aquí. Voy a leer el final.

Capítulo XXX: “Ahora yo no sé qué nos traerá este siglo decimonono, que ha comenzado mal y que continúa cada vez peor.” Cósimo ya no está, vivió entre los árboles hasta los 65 años. Interesante como Calvino logra que Cósimo nunca vuelva a pisar tierra, ni siquiera muerto. “Ombrosa ya no existe. Mirando el cielo despejado me pregunto si en verdad ha existido.”