21.4.15

Serenidad

Escritor: Martín Heidegger 
Año: 1959 
País: Alemania 
Género: Filosofía 

Frase inicial:
"La primera palabra que me permito decir públicamente en mi ciudad natal sólo puede ser una palabra de agradecimiento."

Serenidad es la castellanización de Gelassenheit, también traducida como Abandono, Desasimiento, Releasment, Detachment, Serenité. A lo que quiere referirse concretamente Heidegger no entra dentro del pensamiento representacional y, por lo tanto, no puede resumirse con ninguna propocisión.

La Serenidad no es una actitud, un estado de ánimo, una alternativa o un lugar. Serenidad entra dentro de lo que el mismo Heidegger llama disposición afectiva a la que no se va sino a la que se espera sin ser la espera una expectativa de algo sino una espera abierta desde la cual podemos reconocer nuestra receptividad ontológica y que funge de condición para que acontezca la verdad, por ello la relaciona con la esencia del ser que es la esencia del pensar y que dista de ser un pensar calculador.

La Serenidad está configurada con otros dos términos: Gegend (comarca, region) que hace las veces de espacio y Gegnet (contrada, that-wich-regions) que podemos relacionar con el tiempo por cuanto es un movimiento. El ser humano al esperar "va" hacia la comarca, mientras que la contrada es un movimiento hacia el que espera. En este esperar nos liberamos, permitiendo ver el significado oculto que se encuentra detrás de nuestras relaciones y de las cosas con la que nos comprometemos.

La Serenidad es un movimiento que espera, un actuar sin actuar, una aparente pasividad que implica un esfuerzo mayor que el del pensamiento calculador al que estamos habituados. Heidegger aquí quiere llevarnos hacia otro tipo de pensar que implica una apertura al misterio y una Serenidad hacia las cosas que hacen posible residir en un mundo muy distinto donde no sólo tenemos noticia de las cosas sino que nos detenemos a pensar en ellas desde la disolución de la subjetividad propia del terreno de las representaciones. 

3.4.15

La Templanza

Escritor: María Dueñas
Año: 2015
País: España
Género: Novela

Frase inicial:
"¿Qué pasa por la cabeza y por el cuerpo de un hombre acostumbrado a triunfar, cuando una tarde de septiembre le confirman el peor de sus temores?"

La novela tiene lo suficiente para seguir leyéndola, para amenizar el desayuno o la espera en el dentista. Sin embargo, aún cuando tengo gratos recuerdos de algunas partes, al acabar la novela siento que perdí algo de tiempo y dinero. Con esto quiero decir que entretenerse es bueno pero quedarse igual, como si no hubiera leído, sin ninguna afectación interna relacionada con la historia, no es tan bueno. 

Hay algo que debo, sin embargo, resaltar del trabajo de la escritora: la investigación y la narración están bien integradas y quizá la investigación sea mucho mejor que la historia del protagonista. 

El título de la novela, si bien tiene que ver con los viñedos con los que termina Mauro Larrea, sugiere más un proceso de vida. Pero la autora en una entrevista ve mas el título como una virtud de la que carece el protagonista. En alguna parte, en un breve párrafo se hace la alusión y ello desmerece lo que podría haber resultado en una interpretación más profunda (Dueñas nos quita esa interpretación y aplana su personaje).