24.5.11

Cartas y sentencias

Escritor: Epicuro
Año: s. III a.C.
País: Grecia
Género: Ensayo

Frase inicial:
“Para todos aquellos que son, Herodoto, incapaces de estudiar atentamente mis libros sobre la naturaleza o leer detenidamente un texto más prolijo, he preparado un epítome o resumen de todo el sistema.”


La filosofía de Epicuro abraza el placer, la razón y la coherencia entre ambos. Habla de temas que siempre han inquietado al hombre, principalmente por impulsos irracionales, como la muerte, el temor, el dolor. De forma muy sencilla nos introduce a la felicidad como un estado afín a nuestra naturaleza, no como un fin utópico.

Habla del universo, de los átomos, del alma, del tiempo, de los fenómenos naturales, del placer y el dolor, de como el gusto por la aprender la verdad nos entrega felicidad.

Sus planteamientos sobre la física y la percepción nos hace mirar lo que se conoce desde sus ojos pero actualizados. Nos asombra porque sus razonamientos provienen del s. III a.C. y ello nos hace ver las capacidades asombrosas del pensamiento humano.

El orden del discurso

Escritor: Michel Foucault
Año: 1999
País: Francia
Género: Ensayo

Frase inicial:
“En el discurso que hoy debo pronunciar, y en que todos aquellos que, quizás durante años, habré de pronunciar aquí, hubiera preferido poder deslizarme subrepticiamente.”


El autor nos dice que en nuestra sociedad existen diferentes prácticas para controlar el discurso (cosa pronunciada o escrita) y éstas corresponden a dos segmentos: el que engloba los principios de enrarecimiento del discurso y el que se refiere a los principios de enrarecimiento del sujeto.

Al analizar las condiciones del discurso, su juego y efectos, Foucault considera necesario reducirse a tres decisiones a las cuales nuestro pensamiento se resiste: poner en duda nuestra voluntad de verdad, restituir al discurso su carácter de acontecimiento y levantar la soberanía del significante.

Así, para el autor, lo importante es no considerar un acontecimiento sin definir la serie de la que forma parte, sin especificar la forma de análisis de la que depende, sin intentar conocer la realidad de los fenómenos y los límites de probabilidad de su emergencia, sin querer determinar las condiciones de las que dependen.

13.5.11

Zen y el arte de la felicidad

Escritor: Chris Prentiss
Año: 2006
País: USA
Género: No-literario

Frase inicial:
“Los tres caracteres chinos que aparecen en la portada y en el interior de todo el libro a menudo se utilizan juntos. En forma colectiva significan 'felicidad'. En forma individual significan: buena fortuna, prosperidad y longevidad.”


Un pequeño libro con gran contenido, va más allá de un libro de auto-ayuda si el lector decide profundizar sobre los conceptos que se manejan. No es pretencioso, su misma sencillez permite comunicar lo esencial, es, digamos, un libro de bajo perfil con alto impacto.

Qué importa si se mezcla en la portada un palabra en japonés, con símbolos chinos y se tocan conceptos de la filosofía estoica cuando lo que se dice transmite luz.

La felicidad está donde la quieras ver cuando así lo decidas.

1.5.11

El alma romántica y el sueño

Escritor: Albert Béguin
Año: 1937
País: Suiza
Género: Ensayo

Una cita:
“El Todo (o el Absoluto) es lo único que vive –interpreta Baader–; cada individuo sólo vive en proporción a su intimidad al Todo, esto es, en la medida en que una ek-stasis lo arrebata de su individualidad.”


Estudio del romanticismo alemán de finales del siglo XVIII, enfocado principalmente al sueño como tema recurrente. El autor utiliza citas de diferentes escritores románticos para acercarse al alma, el sueño y su inminente conexión mística como oposición al racionalismo.

El autor nos muestra el camino de los románticos que usaron los estados subjetivos como medios para descender en uno mismo; Béguin usa a veces su propia expresión poética al respecto: “En los brazos del sueño, estoy solo” y descendemos junto con él... por un momento creemos entender los motivos de los románticos movidos por la poesía onírica, las revelaciones, los mitos recubiertos o renovados... pero regresamos al estado de vigilia y de la sensación ya no queda ningún recuerdo.

Béguin dice: el inconsciente de los románticos es el paso del flujo cósmico a través de nosotros mismos, es el oscuro diálogo del Todo consigo mismo.