País: Suecia
Año: 2014
Género: Novela
Frase inicial:
"Forks. Knives. Spoons. In that order."
Cielos. Qué manera de escribir. Mis respetos. Pocos escritores saben expresar el ser humano. Para mí Backman está a la altura de los grandes clásicos. Esto es ser escritor.
La cuestión con los libros de Backman es que no me da por escribir sobre la historia en sí ni me da por decir lo que me pareció mal (que no hay nada). La cuestión es que los libros de Backman me muestran a mí misma.
Yo creo que Backman es de otra dimensión. Así, tal cual.
Es que, ¿cómo le hace? ¿No le duele? Porque leerlo a veces duele.
Britt-Marie es todo un personaje. Entero. Sus peculiaridades exploran las particularidades de aquellos que necesitan orden, de aquellos que ven por los demás antes que por sí mismos, de aquellos que no han sido vistos, de aquellos que no saben que pueden brincar y un día brincan… y da mucho mucho miedo. Porque brincar es arrojarse a la incertidumbre, o sea vivir.
Britt-Marie limpia. Limpiar es su lugar seguro.
Britt-Marie tiene fe que es una especie de no esperar nada de nadie y sin embargo estar ahí, mostrándose a su manera y con todos sus límites.
Y Britt-Marie sale al mundo. Me angustia tanto que sigo leyendo porque quiero respuestas. Pero un buen escritor no da respuestas, porque un buen escritor muestra la vida, no se inventa una fantasía edulcorada y segura.
Y pasan muchas cosas y capítulo a capítulo quiero que llegue un final feliz. Porque los finales felices nos dejan ir a la cama a soñar. No hay sueños aquí, no hay paz ni lugares seguros.
Y llego al capítulo 31 y el libro se desborda:
«At certain age almost all the questions a person ask hi or herself are really just about one thing: how should you live your live?»
Y luego se dispone a efectuar una especie de Aleph muy cercano y muy real. ¿De qué se compone nuestro todo? Y por ende, ¿cómo deberíamos vivir nuestra vida?
¿Cómo, cómo? ¿Cómo responderías tú?
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