6.7.19

Experiencias del pensar (1910-1976)

Escritor: Martin Heidegger 
País: Alemania 
Año: 1983 
Género: Filosofía 

Frase inicial: 
"El acento natural, sanamente vivo y a veces fuertemente granulado otorga al acontecimiento su cuño específico." 

Este es de esos libros que llegaron a mí sicronísticamente, como diría Carl Jung. Cuando quise tenerlo no supe por qué lo quería y una vez que lo tuve no lo abrí hasta justo el momento preciso en que necesitaba alguna cita de Heidegger que dijera lo que es el pensar.

En ese momento ya había olvidado que tenía el libro, fui al librero buscando otro libro de Heidegger y entonces vi este aún con su papelito de celofán envolviéndolo. Lo destapé, abrí el libro y dos hojas después apareció el poema que me dijo justo lo que estaba buscando. Con ese poema, "Esplendor moribundo", cerré mi tesis de maestría.

Al día siguiente volví al libro y ahí estaba otro poema de Heidegger que misteriosamente me daba otra seña, la de la espera. Bien, entendí que llegaba el momento ahora de aguardar a que el universo se reconfigurará para que regresara a mí la alegría.

El libro acabé de leerlo en un mes, lo cual siento que es otra seña, no sé porqué.

Este es el libro más heterogéneo que he visto de Heidegger, tiene poemas, reflexiones, anécdotas y, por si fuera poco, la ratificación de mi lectura del Nietzsche en torno al modo sistémico de la voluntad de poder y a la pauta circular que describe como la de un sistema retroalimentado.

En clase varias veces me tocó escuchar que Heidegger había abandonado lo de Ser y tiempo y entonces se había dado a luz a sí mismo como el segundo Heidegger tras la famosa kehre. Luego que no es que hubiera abandonado sino que su pensamiento había evolucionado, como el de cualquier ser mortal que sigue pensando. Y sí, digamos, pero no. Este libro que recopila textos desde 1910 y hasta 1976 me hace ver que nada de dos Heideggers y nada de abandonar y nada que ahora pensara diferente. Creo que la diferencia sólo radica en el modo en el que eligió comunicar lo que le era tan preciado y urgente. Desde el inicio estaban las "señas".

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