Cuentos para pensar

Autor: Jorge Bucay 
Año: 1999 
País: Argentina 

Frase inicial: 
"Todos los que hemos vivido buscando la verdad, nos hemos encontrado en el camino con muchas ideas que nos sedujeron y habitaron en nosotros con la fuerza suficiente como para condicionar nuestro sistema de creencias."

A mí la introducción me sedujo más que los cuentos. Porque, a ver, uno espera que den pauta para la reflexión, como el título sugiere. Pero que cualquier lugar sea el momento para pensar no quiere decir que cualquier cosa sea por sí misma propiciatoria del pensar.

Quien piensa, piensa hasta leyendo la caja del cereal. Quien piensa y le dicen, esto es para pensar, espera entonces un buen estímulo y no lo contrario. Que si estos cuentos pueden servirle a alguien para moverle aunque sea una neurona a otro, no lo dudo, pero ello requeriría que el que usa el cuento tenga las capacidades de quien puede hacer sopa con piedras.

Algunos cuentos son entretenidos (ocio) y otros no (pierde tiempo). Algunos cuentos dirigen hacia un punto de vista y otros son abiertos en el mal sentido de que quién sabe cuál es el punto en ellos. Algunos parecen querer decir algo y otros en verdad no dicen nada. Sacando balance, me queda debiendo el libro. 

Pero el libro me ha causado miedo, o espanto. El susto es que le publiquen esto a Bucay y que halla gente que lo toma demasiado en serio. ¿De verdad la gente no piensa y este libro le estimula a mover al menos una neurona (la que requiere para seguir de palabra en palabra y armar una oración?

Ningún cuento me da una idea seductora que cuestione mis sistemas de creencias. O bueno, en general sí, porque yo pensaba que era mucho muy difícil que la gente te lea y con Bucay parece que esa dificultad no lo es tal.

¿Que si estos cuentos me provocan un cuestionamiento interno? No.

¿Los cuentos son profundos? Definitivamente no.

Lo más profundo es la introducción que se vale además de El principito.