18.1.22

I AM THE WORD: A Guide To The Consciousness Of Man's Self In A Transitioning Time


Autor: Paul Selig 
País: US 
Año: 2009 
Género: Espiritual 

Frase inicial: 
"A range of life events and choices, some purposeful, some seemingly random, brought me to the experience you are about to have as a reader of this book."

Este libro comencé a leerlo hace algunos años, llegué a la mitad y no pude terminarlo. No es una lectura placentera en lo absoluto y me chocan las formas de "mantras/decretos" con la repetición al infinito de "I am the Word". 

Quiero terminar con esto, así que volví a empezar y nop. Imposible.

Todo empieza, como cualquier otro libro que hable de realinearse a la frecuencia divina (en este caso llamada la frecuencia Cristo [Christ]) y de transiciones, con que estamos en tiempos de cambio y que van a pasar sí o sí, todo es cuestión de desde dónde quieras vivir la transición, desde la frecuencia del miedo o desde la frecuencia Cristo. Nada nuevo bajo el sol.

Se trata de un libro canalizado, esto quiere decir que el que firma como autor se deslinda de toda responsabilidad de explicación de lo que ha escrito. Que está con un lenguaje raro y repetitivo, pues así fue la canalización. ¿Quién dicta el libro? Los Guías. Siendo este libro una canalización se dice que trabaja en dos niveles, en la comprensión del texto por el lector (poco probable) y en el de la frecuencia que está trabajando desde ya y al momento en que lo lees y te comprometes a cambiar empezando con la formulación de la intensión. Nada nuevo.

Como es difícil de comprender, ya te anuncian, como lo hicieron algunos filósofos en su tiempo (creo que ya no hay de esos en los tiempos que corren), el libro no será comprendido sino hasta después de décadas. Vaya pues. Si no se puede comprender, ¿cómo se supone que se haga el trabajo de transición? Así que por fe y repetición de frases a la vieja usanza religiosa. Las cosas como son.

Si este libro no te transforma, dice, es porque no estás alineado a La Frecuencia. Es decir, tienes peros, lo piensas mucho. En parte hay algo de razón, una transformación espiritual, digamos, la forma en que se siente el mundo, no es un proceso de razonamiento, esto es, no tiene que ver con una construcción lógica de ideas. Sin embargo, no puedo decir que no sea un procesos intelectual, de transformación cognitiva. Por otro lado no veo cómo decir eso de "I am the word" por más que uno comprenda que Word es acción, creación, lleve a algo más allá de realmente poner a pensar que significaciones se derivarían de que cada uno de nosotros sin distinción ni jerarquías es existencia-viva-dinámica en sí misma; me parece.

Si hay algo que me gustaría recalcar de este texto es que nadie es especial en el sentido de por sobre los demás, ni los que se sienten iluminados son mejores —y ya podemos ver que los que, con mano en pecho, ven a los "dormidos" como pobrecitos, de iluminados no tienen nada.

Al final nos dicen, como cabría esperar con cualquier libro: "Deja que las cosas sean lo que son. Muchos serán bendecidos, muchos se sentirán frustrados. Muchos aprenderán, muchos esperarán a aprender. Muchos se indignarán y muchos se deleitarán". Mi abuelita hubiera dicho: "El gusto se rompe en géneros" o "Cada quien a su paso". 

En 2009 este libro dice: "La tormenta está presente". Yo creo que nunca ha dejado de estarlo, sólo que hay momentos en que nos acostumbramos y nos volvemos a preocupar cuando la tormenta cambia de dirección. Desde hace ya varios años que empezó la idea de la entrada a la Era de Acuario, está cambie que cambie todo. Nunca ha dejado de cambiar ni la conformación del mundo ni el Planeta ni el Universo, esto es algo imposible, la permanencia, la inmovilidad, la inmutabilidad. Es una linda idea la de que estamos en transformación hacia el Amor, es mejor pensar esto que asumir sin lugar a dudas que la humanidad parece no tener remedio y todo en este planeta es puro sufrimiento, violencia, ego. Como sea es mejor pensar en para bien, aunque hay que pensar hacia haya desde un estado… no sé cómo decirlo… ¿armonioso, quizás? En lugar desde el estado de competencia, deber y poder tan acostumbrado.

En fin, que el libro no me ha encantado. No tiene una relación fluida ni un estilo agradable.

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