El segundo sexo

Autor: Simone de Beauvoir 

País: Francia 

Año: 1949 

Género: Ensayo 

Frase inicial:

"Durante mucho tiempo dudé en escribir un libro sobre la mujer. El tema es irritante, sobre todo para las mujeres; pero no es nuevo."

Decidí leer este libro porque la pregunta me irritaba, ¿qué es ser mujer? La mayor parte de mujeres hoy en día considera que lo femenino comienza con su útero, que la capacidad creativa viene dada por su capacidad de parir. Discrepo, pero ¿qué es ser mujer? En un taller de escritura creativa, uno de los ejercicios era escribir justamente qué era ser para mí mujer ahora. Tardé en escribir algo. Al final escribí qué era ser yo y luego algunas anécdotas sobre las dificultades de las formas redondeadas de la mujer en un entorno en el que se toman las libertades en "opinar" abiertamente sobre ello, quiero decir, en mirar, acusar, acosar, comentar, criticar, desvalorar, actuar sobre el cuerpo de una mujer (tanto hombres como mujeres).

El libro es extenso y cubre variedad de temas, por tanto aborda una gama amplia de tipos de mujeres de acuerdo con su edad, condición física, condición económica, condición social, entorno familiar, posición ante el hombre, ante la mujer, ante los hijos, ante el trabajo, ante el matrimonio. Vaya que variedad de mujeres hay tantas como variedad de circunstancias. Sí, la mujer no nace, se hace, es víctima y cómplice del perfil que asume.

Hay cosas que me molestan, supongo porque el libro es de 1949 y la opinión de Freud pesaba con eso de que la mujer envidia el pene. Aunque Beauvoir pone en entre dicho tal postura, esta acaba por colársele sin remedio. Mucho habla de la maternidad y la realización mediante los hijos y la envidia a las hijas. Eso me molesta, sea verdad o sea mentira, me molesta, tanto como la división tajante entre sujeto (hombre) y objeto (mujer), entre la trascendencia y la inmanencia, respectivamente. Parece que es muy loable lo trascendente ante lo inmanente, ¿y sí? Jamás pensaría en tal posibilidad ni en tal división, pero supongo que así en como veía Beauvoir el asunto entonces y así es como luce ahora pero no por ello así es necesariamente en tanto que estamos inmersos en un enredo de siglos sosteniendo tales ideas en todas las versiones posibles.

Beauvoir dice al final que para cambiar la cosa se requiere de la evolución colectiva. Sí, y harto difícil es, pero es el único modo que puede integrar. No se trata de que las mujeres salgan en batalla a tomar por la fuerza una libertad que uno puede sostener la sociedad y que muchas otras mujeres no desean. Ahora tenemos algunas mujeres que, como dice Beauvoir, juegan con dos barajas: quieren participar en el juego varonil y seguir conservando las consideración de cuando estaban cobijadas por completo por el hombre; encimera,a, ya hay hombres que demandan que la mujer participe como ellos pero niegan a ellas el triunfo de su participación. Así las cosas.

¿Qué es ser mujer? Habrá que cambiar la pregunta por otra: ¿cómo te asumes y te despliegas tú como mujer?Igual la pregunta dejará pensando a muchas si se lo cuestionan desde su particular existencia y no desde lo que dicen, por más que uno no pueda deshacerse de las circunstancias que confluyen en la existencia propia.