9.11.17

Indagación del bien

Autor: Kitarō Nishida 
País: Japón 
Año: 1921 
Género: Filosofía 

Frase inicial: 
"Escribí este libro durante mis años de docencia en la Escuela Superior Nacional Cuarta de Kanazawa." 

El libro contiene una introducción por Masao Abe bastante extensa y minuciosa. La pregunta rigurosa cuando se accede a un libro de filosofía japonesa es justamente con lo que empieza Masao Abe: ¿Hay filosofía en Japón? Los rigurosos apegados a la historiografía dirán que la filosofía es propia de la tradición de la Grecia antigua, lo de más serán formas culturales de pensamiento. Esto dejaría afuera lo en realidad es tema de la filosofía y que va más allá de cualquier tradición: los cuestionamientos esenciales de la existencia: qué somos, cuál es nuestro origen, cuál nuestro sentido, cuál nuestro fundamento, qué es lo bueno, qué lo bello, cómo es que conocemos, por qué hacemos lo que hacemos y más profundamente… por qué nos hacemos estas preguntas y nos resultan tan fundamentales. Bueno, todo eso se pregunta Nishida.

Quizá el tema sobre la filosofía japonesa es que no se ha separado de la religión y ve justamente en la religión la necesidad fundamental del ser humano. Viniendo esto de Japón, ya nos podemos imaginar que religión no tiene que ver con el catolicismo y sus vertientes; viniendo esto de un estudiosos de la filosofía occidental intuimos que religión debe ser otra cosa que dogmas y lecturas subjetivistas y fantasiosas. En suma, la filosofía japonesa, a mi parecer, es muy seria y toca las necesidades de sentido de la sociedad moderna (entendiendo moderna por lo vuelto a la ciencia, el capitalismo y a la decadencia comunitaria). Así que preguntémonos seriamente, ¿debe el pensamiento liberarse de toda preocupación religiosa?

No podemos quedarnos con la idea de la filosofía como un sistema teórico basado en el pensamiento lógico. Las preocupaciones más genuinas y profundas de cada ser humano traspasan la lógica, así lo supo ver Kierkegaard y así lo ha visto la Escuela de Kioto que en su base se encuentran pensadores budistas como Dōgen y Shinran.

Indagación del bien, es una obra monumental de un pensador oriental que ha sabido sumergirse en el pensamiento occidental. En este libro hay una preocupación central —la experiencia pura— que surge de la práctica Zen y es llevada a un sistema teórico fundamentado en filósofos y psicólogos occidentales. Nishida aborda el escabroso tema de la consciencia y desemboca en Dios y el amor una vez que ha desprendido cualquier idea subjetiva que hubiéramos tenido de semejantes conceptos. La lectura tiene la dificultad de comprender lo que Nishida entiende como yo y personalidad pues no tienen nada que ver con nuestra idea común y corriente de tales conceptos (en la versión occidental el yo es la subjetividad o egoidad y la personalidad es un comportamiento psicológico, sin embargo, para oriente se trata de una fuerza infinita de unidad o expresión total que le permite a quien la experimenta conocer su verdadera naturaleza).

Como dice Masao Abe, Nishida aborda en Indagación del bien las diferencias culturales oriente-occidente. Nishida toma la vía demostrativa de occidente para acercarnos a aquello que tradicionalmente se comunicaba indirectamente. Occidente ha basado su conocimiento en la separación sujeto-objeto y Nishida, adentrado en este modo de pensar que adquiere de leer directamente la filosofía en alemán y la psicología en inglés, pone como base de todo posible conocimiento, sentimiento y voluntad, al pensamiento pre-sujeto-objeto que de sí es inexpresable, esto es, Nishida transforma la experiencia pura (algo así como el instante kierkegaardiano) en respuesta a cuestiones metafísicas (me pregunto si no es un ejercicio femenológico).

Para Nishida, la experiencia pura se da antes de la separación sujeto-objeto, es pre-reflexiva, por lo que la experiencia implica la renuncia a las propias elaboraciones (presupuestos, hipótesis, teorías, etc.) y por tanto es la experiencia del propio estado de conciencia o de nuestro verdadero-yo o talidad, de tal manera que es la experiencia la que crea al individuo (es activa y constructiva) y a partir de ella, de la experiencia, es que deriva el instante del que hay una comprensión no dual o no analizado de la realidad en tres niveles co-pertenecientes: conocimiento, sentimiento y volición (D.T. Suzuki —amigo de Nishida— le llama experiencia total).

¿Por qué leer filosofía japonesa? Si consideramos que el modo de pensar forma nuestra vida histórica y vemos la patente decadencia del modo de vida occidental, lo más razonable es cambiar nuestro modo de pensar, no por cualquier otro sino por uno arraigado profundamente en la tradición que vela por la salud espiritual y que además es crítico y conocedor de nuestra actualidad.

En lo particular la lectura fue un descanso espiritual pues pude encontrar respuestas a mis inquietudes existenciales desde un texto de un gran ejercicio intelectual.

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