Año: 1836
País: Alemania
Género: Ensayo
Frase inicial:
"Entiendo que debo dedicar esta introducción a consideraciones de índole general, cuyo desarrollo preparará más fácilmente el paso a los hechos y a las investigaciones históricas."
Wilhelm von Humboldt vivió en el período de 1767 a 1835, contemporáneo de Hegel y Goethe no puede evitar proyectar en sus reflexiones la idea hegeliana del Espíritu1, las tendencias a ver la sociedad alemana como centro portador de la civilización, pero, a diferencia de Hegel no parece que para él sea todo sujeto de conocimiento: la vena romántica también se expone en su texto a través, por ejemplo, de la idea de unidad conformada de elementos interdependientes y de que nuestra existencia depende de algo que no podemos conceptualizar.
Humboldt parece estar entre dos vertientes que aunque pudieran parecer opuestas o reflejar ideas contradictorias, a mí me da la sensación de justamente de que en su reflexión se encuentra tanto la tradición, o mejor dicho, las ideas de la época, como la creación de una nueva forma de ver el mundo. Ninguna de estas dos tendencias: su formación y la visión compartida, por un lado, como la evolución de esas ideas a través de sus experiencias y sus propias reflexiones, por el otro, las hace a un lado, ni siquiera las enfrenta directamente, simplemente las muestra mientras va deduciendo que hay límites que por lo pronto no pueden ser abordados.
Humboldt plantea así una vaguedad ontológica, quizá porque comienza a ver que no hay forma de encontrar la causa, tan sólo vemos los efectos, es decir, aquello que sucede, y los límites cuando tendemos a buscar las causas, son difusos… En estas reflexiones se asoma la imposibilidad de la causa primera con el rostro de la multicausalidad. Sí, me parece que Humboldt ve lo que ahora llamamos sistemas complejos.
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