6.6.11

Tlön, Uqbar, Orbis Tertius

Escritor: Jorge Luis Borges
Año: 1941
País: Argentina
Género: Relato

Frase inicial:
“Debo a la conjunción de un espejo y de una enciclopedia el descubrimiento de Uqbar”


“Tlön, Uqbar, Orbis Tertius” es la primera de las siete piezas de Jorge Luis Borges que componen El jardín de senderos que se bifurcan, publicado en 1941 en cuyo prólogo el autor escribe: “Desvarío laborioso y empobrecedor el de componer vastos libros; el de explayar en quinientas páginas una idea cuya perfecta exposición oral cabe en pocos minutos. Mejor procedimiento es simular que esos libros ya existen y ofrecer un resumen, un comentario [...]. Más razonable, más inepto, más haragán, he preferido las escritura de notas sobre libros imaginarios”, dando paso así a un juego entre citas y personajes reales y ficticios, muy al estilo de Thomas De Quincey en Del asesinato considerado como una de las bellas artes.

En ambas obras, la de De Quincey y la de Borges, queda velado si el narrador es la voz del propio autor pues éste se relaciona con personajes reales que figuraron en la vida real de cada uno de los autores: De Quincey para con Coleridge como Borges para con Bioy Casares; ambos autores nos invitan a la reflexión sobre posiciones filosóficas, De Quincey sobre ética y estética, Borges sobre la teoría del conocimiento: que el lector adivine “una realidad atroz o banal” (que tome la píldora roja o la azul, si seguimos la metáfora de la película Matrix; que el lector esté despierto o dormido, si seguimos a Heráclito —una vez despierto no hay manera de volver a estar dormido o pretender que no se ha despertado, quizá eso sea un poco atroz—).

Si resulta la lectura atroz o banal dependerá de la posición que se tome respecto de ciertas teorías que ya filósofos han planteado en esos vastos libros donde, dice irónicamente Borges, “la metafísica es una rama de la literatura fantástica”.

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